Con el calendario electoral definido y a 45 días del cierre de la fecha límite para la presentación de alianzas a la Justicia Electoral, a la muchachada le agarró el apuro y salieron en tropel a florearse frente al electorado. De repente hay recursos para ayudar a las instituciones intermedias, tiempo para recorrer los barrios y las localidades del interior, ideas para presentar proyectos y voz para quejarse y decir lo que está mal.

Si bien en todos los partidos el hormiguero está revuelto, en el espacio kirchnerista se notan los ánimos caldeados.

La primera en quejarse de las candidaturas prematuras fue la concejal y funcionaria provincial Andrea Cáceres que soltó sin tapujos que “los que hablan de candidaturas hoy, teniendo la situación política que estamos viviendo dentro del Frente de Todos, son realmente unos irresponsables y unos egoístas, y no me da ni miedo ni vergüenza decirlo”.

Desde el 2017 a esta parte, Cáceres encabezó todas las derrotas del kirchnerismo, incluidas las dos elecciones partidarias del PJ. Es una ferviente militante contra la "proscripción" de la vicepresidenta Cristina Fernández, aunque nada impide a la condenada candidatearse ya sea para conseguir nuevos fueros que la salven de la cárcel o bien tentar suerte rumbo a la Rosada.

El horno no está para bollos en el Frente de Todos, sobre todo desde que el edil Rafael Iácono, cansado de ser el cero a la izquierda del kirchnerismo local y de quedar siempre afuera de la foto, oficializó lo que era obvio y amó rancho aparte. Bajo la denominación "Frente de Todos los Trabajadores" armó su bloque unipersonal pero antes le tiró un palito a los que "hablan desde la pureza del Frente de Todos y no nos olvidemos que muchos salieron de Cambiemos y se pasaron directamente al Frente de Todos”.

Iácono plasmó fuerte y claro sus diferencias con Miguel Arana y Mauro Velázquez que se evidencian en cada votación donde por acción u omisión, el sindicalista devenido en concejal aporta a la mayoría automática del intendente Arturo Rojas en el Concejo Deliberante.

Por su parte, Marcelo Rivero, presidente del PJ cuyo mérito más destacado en su vida política fue ganarle dos veces la presidencia a "La Cámpora", se abrió definitivamente de los López y se muere de ganas por "mojar el pancito" en estas elecciones. Declara que “ya no queremos más tener candidatos prestados, no queremos llevar más candidatos impuestos por acuerdos nacionales como fue el de 2019, donde tuvimos que apoyar a Facundo López", echando leña a una interna que no pinta muy amable.

Y los López no se iban a quedar afuera de la oferta de candidatos; tiraron a la palestra al converso Mauro Velázquez que tras sus inicios políticos en las filas del veneguismo, dio el salto al Frente Renovador de Facundo López y recientemente fue ungido candidato por la excapataza de la municipalidad de Necochea, Jimena López.

Todavía verde como puré de aguacate, el muchacho va recorriendo medios de comunicación tratando de convencer que es un digno referente, peleando a los codazos por un lugar en el convulsionado Frente de Todos.

Por lo pronto, nadie habla de unidad, ni amor y paz en el kirchnerismo local, más bien es un sálvese quien pueda en el que convergen sectores emigrados de "Juntos" como el Partido Fe de Natalia Sánchez Jauregui que también está pidiendo pista y se acomoda en cualquier foto e históricos como Luciano Lescano que hace años la viene remando en dulce de leche pastelero sin mayor suerte.