Asimismo se suma la denuncia presentada por un subcomisario que lo vinculó como cabecilla de las bandas de roba coches y motochorros que asolan la ciudad, además de acusarlo de vender los tickets de combustible que le entregaba el Municipio.

La oficina de Asuntos Internos de la policía bonaerense tomó nota oportunamente de esta situación pero por alguna razón que el común de los mortales desconocemos le "salvaron el pellejo". En 2017 lo sancionaron por no poder justificar su lujoso nivel de vida con 59 días de cese laboral sin goce de sueldo a pagar en cómodas cuotas, es decir que eligió como gestionar la sanción para que su bolsillo no sufra mayores contratiempos.

Con total impunidad el jefe continuó con sus actividades ilícitas y en el 2019 fue sancionado nuevamente por no presentar una declaración jurada de sus bienes ni por irregularidades en la provisión de combustible a los vehículos de la fuerza policial.

Mastropierro fue premiado con su cargo tras la purga que la ex gobernadora María Eugenia Vidal aplicó sobre la cúpula de la policía bonaerense en la que se aplicaron cambios en un 90 por ciento en las jefaturas departamentales.

Desde ese momento permanece atornillado a su cargo y el delito y la violencia con la que los delincuentes perpetran sus actos no para de crecer en Necochea. Valen como ejemplo la muerte del empresario Guillermo Depierro, que ocurrió cuando cuatro ladrones entraron a robar su casa, el aberrante asesinato de Alejandra Fiorito que permanece impune, en el que se entrecruzan la violencia y el narcomenudeo, o los crímenes de dos jóvenes en plena vía pública.

Baja el delito

Las estadísticas que tienen al ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, contento como perro con dos colas indican una baja en el delito. La realidad indica sin embargo que el vecino ya no denuncia a menos que pueda cobrar el seguro de los bienes sustraídos.

No solo es ínfimo el porcentaje de delitos esclarecidos, sino que además es la víctima la que debe aportar las pruebas a la justicia para que la investigación avance. Irónicamente en una ciudad donde los ciudadanos de a pie saben a donde fueron a parar sus bienes, que muchas veces aparecen en las páginas de compra-venta en las redes sociales, ni la justicia ni la policía parecen saber dónde están los aguantaderos de la ciudad.

Los desarmaderos de vehículos robados proliferan impunemente en las calles de Necochea y Quequén (y literalmente es en las calles, ya ni siquiera se intenta camuflarlos bajo techo), la venta de droga se realiza a la vista de todos ya sea en la continuación de la avenida 2 rumbo al puerto o en el cementerio jardín "a la tardecita", pero una vez más la policía no se entera y la justicia permanece ciega, sorda y muda, al igual que nuestros funcionarios y concejales.

Faltan efectivos policiales

Es la excusa preferida a la hora de justificar el creciente delito en Necochea, así como antes era la falta de combustible para los móviles policiales.

Dentro de la estructura policial dicen por lo bajo que la presión que ejerce Mastropierro para brindar impunidad a ciertos delincuentes es tal, que a quienes no "se prenden" y acatan las reglas solo les queda el camino de irse.

Es así como a muchos jerárquicos se les han impuestos traslados compulsivos y los efectivos de calle han optado por irse voluntariamente a otras ciudades o abandonar una profesión mal paga, poco reconocida y riesgosa.

Los municipales no te olvidan, Mastropierro

Vale recordar también que Jorge Mastropierro fue el responsable de la brutal represión que sufrieron los trabajadores municipales dentro del palacio municipal mientras reclamaban en forma pacífica por el cobro de sus haberes atrasados durante el gobierno de los hermanos López.