El pasado fin de semana el municipio comenzó a cobrar la tarifa a los vehículos que bajan a la arena y estalló un escandalete. Se quejan de demoras en la verificación, colas y desconcierto de los automovilistas que no contaron con la información de la aplicación del nuevo procedimiento.
El precio por formar parte de la máxima expresión de la "topetitud" necochense es de 150 pesos el día, 3 mil el mes o 5 mil pesos toda la temporada a cambio de ampliar el servicio de guardavidas, baños públicos y el mantenimiento de las bajadas.
Demoras y quejas en el debut del cobro para bajar a la playa con 4x4 en Necochea https://t.co/QWLHOlSgVc
— Clarín Sociedad (@ClarinSociedad) January 5, 2021
Ya sea por "ratas" o aguarrás (de lejos parecen solventes) los vecinos 4x4 pusieron el grito en el cielo y la idea de pagar la módica suma de un atado de cigarrillos al día (según la medida utilizada por el concejal oficialista Bartolomé Zubillaga para medir los aumentos impositivos) generó controversias y más de una pataleta.
Cada verano cientos de vehículos avanzan sobre los médanos llevándose puesto todo lo que encuentran al paso hasta la orilla del mar donde se van ubicando en una especie de cerco o caravana al mejor estilo Far West que delimita el espacio de esta tribu playera.
Gazebos, carpas, sombrillas, media sombra, gomones, lanchas, cuatriciclos invaden la zona más "cool" de la playa de Necochea y de a poco, pasado el mediodía, el aire se llena de los inconfundibles aromas de la cocina: hamburguesas, milanesas, asados y hasta un alto guiso hierve impune oculto en el campamento.
El incauto que cree que puede hacer uso libremente de la playa pública está cometiendo un error. El espacio está vedado al común de los mortales por un acuerdo tácito en el que cada "clan" tiene su propia parcela adquirida a perpetuidad.
