Horas después del crimen, se conoció un video clave para la investigación. Una cámara de seguridad registró el momento en que el femicida arrastraba el cuerpo de Débora en plena madrugada, iluminando con su celular, hasta enterrarlo en una zona de vegetación cercana. Las imágenes, fechadas el domingo 9 de noviembre a las 4 de la mañana, fueron determinantes para reconstruir el recorrido del asesino y confirmar su autoría.

El sábado, antes del femicidio, Débora había enviado un mensaje a uno de sus hijos donde relataba que su pareja la había golpeado, le había dejado un ojo morado y le había aflojado un diente. Esa fue la última comunicación que mantuvo con su familia. El domingo, tras la denuncia del sereno del camping, se inició un operativo de búsqueda que terminó el martes con el hallazgo del cuerpo.

El caso de Débora Bulacio vuelve a exponer la falta de respuesta frente a las denuncias de violencia de género y el peligro que enfrentan muchas mujeres en vínculos violentos. Mientras tanto, Gutiérrez permanece detenido acusado de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género, un delito que prevé prisión perpetua.