Cuando asumió su gestión en diciembre de 2015, la deuda pública total era de 55 millones de pesos, con un activo de 440 millones de pesos. Al finalizar su mandato, la misma asciende a más de 1.000 millones de pesos.

La mayor parte de la deuda, aproximadamente 840 millones, es de exigencia inmediata y corresponde a salarios, cargas sociales, compromisos comerciales y retenciones efectuadas a terceros en calidad de agente de retención.

El concejal de Nueva Necochea, Bartolomé Zubillaga, presentó los números contantes y sonantes que aparecen en la rendición de cuentas presentada por los funcionarios de la gestión anterior y expuso que el activo que dejaron para solventar las deudas y compromisos a corto y mediano plazo es de tan solo 900 mil pesos.

Zubillaga señaló que "se crea una ficción de solvencia a partir de exponer en la cuenta de deudores no tributarios, es decir la deuda que mantienen los vecinos por tasas, un saldo de 1.210 millones de pesos, que junto a otros pocos deudores, forman el 98 por ciento de lo que es el activo corriente". En este punto, aclaró que el municipio no inició ningún tipo de apremio legal contra los morosos, poniendo en riesgo el patrimonio municipal.

Para tener una cabal comprensión la gravedad y estado de precariedad en que Facundo López, aspirante a ocupar la presidencia de Puerto Quequén, dejó las cuentas municipales, vale decir que de cada 100 pesos ingresados, 63 se destinan al pago de una deuda que como se indicó anteriormente, en su mayor parte son compromisos con los trabajadores o comerciante locales.