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Puerto Quequén, refugio de los ñoquis K

Puerto Quequén se convirtió de un tiempo a esta parte en el refugio obligado de los ñoquis de "La Cámpora".

El triunfo arrasador del Javier Milei fue un cimbronazo que sacudió hasta los cimientos del armado K. Con el cambio de gobierno que se avecina la mano de obra política desempleada comenzó a golpear puertas y ventanas buscando un puestito que les permita mantener su calidad de vida. Eso si, agarrar la pala no es una opción.

Puerto Quequén se convirtió de un tiempo a esta parte en el refugio obligado de los ñoquis de "La Cámpora", lejos de la mirada de los organismos de control y de la prensa meticulosa que de vez en ´cuando denuncia y los deja en evidencia. La estación marítima más rica de la provincia de Buenos Aires es un aguantadero de ñoquis VIP.

Junto al mendocino Jorge Alvaro llegó un nutrido grupo de foráneos que se acomodaron en cargos de relevancia con sueldos por las nubes, viáticos, departamentos a todo trapo a costa del Consorcio y lo más atractivo, acceso irrestricto a la Visa corporativa.

El Tribunal de Cuentas de la provincia fue lapidario con los informes contables de Puerto Quequén. Sus contadores le pifiaron en las sumas algebraicas de algunos de los saldos contables en el estado de flujo de efectivo y en el anexo de bienes de uso y los importes totales expuestos en el mismo.

Otro punto que llamo la atención fueron los agentes con doble nombramiento pagos por el erario provincial, algo prohibido según establece la reglamentación vigente, es decir que se trata de personal con cargos en Puerto Quequén y en otros organismos provinciales como la legislatura, educación, el Poder Judicial, etc.

Pero en lo que se puso énfasis y determinó una fuerte multa para Alvaro fueron los gastos personales de su corte: el 50 por ciento del total de los gastos administrativos de 750 millones de pesos, se corresponden a los gastos incurridos por viajes al exterior, pagos de la tarjeta VISA corporativa, viáticos y otras yerbas.

El propio Alvaro, su secretaria y su "psicóloga" seguido por parientes, amigos y militantes allegados al gobernador Axel Kicillof encabezan una la larga lista de ñoquis camporistas que últimamente se vio engrosada sensiblemente con la incorporación de la mano de obra desocupada que quedará en "pampa y la vía" a partir el 10 de diciembre.

La diputada Natalia Sánchez Jáuregui, consumada paracaidista de la política vernácula, deja entrever, poco más poco menos, que tiene al gobernador provincial agarrado de las partes pudendas. Ella misma asegura que su influencia redundó en un doble cargo para su esposo Mariano Carrillo.

El nuevo director del Consorcio de Puerto Quequén ostenta también el cargo de Subsecretario de Coordinación de la Gestión Territorial dependiente del Ministerio de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la provincia de Buenos Aires.

El esposo de Sanchez Jauregui se coló en el directorio usando las últimas joyas de la herencia política de Momo Venegas. La casta más dura del kirchnerismo habilitó "al marido de" a representar a la UATRE en la mesa de decisiones del puerto , gremio que no conforma la operatoria portuaria per se, por lo que su nombramiento ha sido cuestionado por los operadores de Puerto Quequén, amén de su idoneidad y su capacidad para desempeñarse en el cargo.

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