Judiciales y Policiales
Un flagelo en crecimiento

Primero los cables de luz, ahora los medidores de gas: robo de metales, un delito impune

Los criminales de la zona han adoptado una nueva modalidad, y las fuerzas de seguridad no tienen respuesta.


Primero saquearon los cementerios. Nuestros seres queridos no descansaron en paz; no quedó una lápida, nin placa conmemorativa, ni crucifijos, ni floreros con los que las familias recordaban y celebraban el paso por la vida de sus muertos. Después siguieron los porteros de los edificios, timbres y picaportes de casas antiguas hasta que se animaron a robar los cables del tendido eléctrico.

Ahora se puso de moda entre los delincuentes robar los caños de cobre de la conexión domiciliaria de gas. El pasado fin de semana decenas de vecinos se quedaron sin el suministro de gas natural tras sufrir el robo de los caños de sus medidores.

Al igual que en el caso del robo de los cables del tendido eléctrico, las cámaras de seguridad no detectaron ningún movimiento sospechoso y la policía como siempre alega no tener recursos ni personal para actuar en la prevención.

Una vez más la policía encubre y es cómplice de los delincuentes. No solo no trabaja en la prevención del delito, sino que tampoco busca el punto central como son los compradores del metal robado.

En Necochea funcionan 4 chatarreras de las que una sufrió un sospechoso incendio que la dejó fuera del mercado momentáneamente.

El saqueo de cables y objetos metálicos, sobre todo de bronce, existe porque hay negocios que los compran. Son las metaleras. En Mercado Libre se paga entre 3400 y 5500 pesos el kilo de cobre y poco y nada importa el origen del mismo, casi siempre ilegal.

El delito del robo de metal no siempre es denunciado. A veces son robos que parecen "menores": la sustracción de la manija de una puerta de entrada, de un timbre, tampoco se denuncia el robo de un caño de 20 cm que provee el suministro de gas a los domicilios a pesar de los inconvenientes que acarrean a los damnificados.



El origen de la cadena

Como en la mayoría de las situaciones donde el ingenio argentino se pone en marcha, la falta de un abastecimiento fluido de chatarra de hierro, acero y desechos plásticos por razones estructurales en nuestro país, el gobierno nacional prohibió la exportación de insumos provenientes de la industria metalúrgica básica y de la industria plástica tales como el hierro, el acero, el aluminio, el cobre y los diferentes polímeros petroquímicos.

Los problemas de abastecimiento a nivel mundial hacen que la provisión de cobre eleve sus costos, por lo tanto poco importa su origen a la hora de cubrir las demandas de los sectores automotriz, de bienes de capital, línea blanca y naval, que requieren de insumos provenientes de la industria metalúrgica básica.

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