Necochea, una ciudad que excluye a las personas con discapacidad
El mal estado de las veredas, la inexistencia o el mal diseño de rampas para discapacitados hacen que el tránsito por la ciudad sea complejo, no sólo para las personas con discapacidad sino también para los adultos mayores y toda persona que sufra por distintas razones dificultad para trasladarse.
Si bien existen leyes nacionales y provinciales que establecen que todo edificio de uso público, sea su propiedad pública o privada, existente o a proyectarse en el futuro deberá ser completa y fácilmente accesible a personas con movilidad reducida, en la práctica no se respeta.
Estas normas contemplan no sólo el ingreso a los edificios, sino también, el uso de los espacios comunes y de circulación interna e instalación de servicios sanitarios que posibiliten la vida de relación de dichas personas e impulsen la creación de condiciones generales para que las personas con discapacidad, limitadas en su movilidad, tengan un entorno físico accesible que les permita la libre movilidad en los distintos espacios urbanos.
La Municipalidad de Necochea, los centros de salud, e incluso escuelas son inaccesibles para personas con dificultad motora.
Que las calles y edificios públicos de una ciudad ostenten barreras arquitectónicas la hacen hostil. Pero que las obras realizadas para eliminarlas terminen resultando otro obstáculo es, claramente, un sinsentido. Y en Necochea, sobran estos ejemplos: rampas para discapacitados mal hechas, que terminan en un poste de luz son parte de la colección de mamarrachos con los que tienen que lidiar a diario quienes circulan por la ciudad con sillas de ruedas, bastones, muletas o simplemente con cochecitos de bebés
Fuera del centro de la ciudad directamente no hay rampas ni veredas, por lo que el tránsito se hace prácticamente imposible.
NOVA realizó un relevamiento de las rampas para discapacitados de la ciudad y encontró situaciones increíbles. A lo largo de la Av. 75 casi no hay rampas. Las pocas existentes están mal construidas y no cumplen con las características que deben tener. Se ha llegado al ridículo de construir una rampa con la columna de cableado de un canal de cable local en el medio. Otras tienen árboles o desniveles que hacen imposible que una silla de ruedas pueda subir o bajar sin riesgo.
La accesibilidad es una herramienta fundamental para evitar situaciones discapacitantes. En Necochea se coarta el derecho de las personas a contar con un entorno inclusivo, libre de barreras físicas.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los mayores obstáculos que una persona con discapacidad debe afrontar es la falta de accesibilidad en edificios, lugares públicos, sistemas de transporte e información. Tal situación es motivo habitual de desaliento para buscar trabajo o imposibilidad de acceder a la atención de la salud y a desarrollar un nivel de participación social acorde al esperado para todas las personas.
