Panorama Político de Necochea
Búsqueda de consenso

Los debates políticamente incorrectos que se esperan de los concejales electos

El jefe comunal Arturo Rojas, convocó a todos los concejales electos y a los ex candidatos a intendente a una reunión para sentar las bases de un trabajo conjunto en el que prime el diálogo. (Dibujo: NOVA)

El soberano habló en las urnas y aunque dicen que el pueblo es sabio, a veces se me da por dudar de su salud mental. En el pago chico no hubo sorpresas: el intendente Arturo Rojas sacó varios cuerpos de ventaja y se quedó con 5 de las diez bancas en juego y las 3 del Consejo Escolar.

A pocas horas de conocidos los resultados, Rojas convocó a todos los concejales electos y a los ex candidatos a intendente a una reunión con la idea de sentar las bases de un trabajo conjunto en el que prime el diálogo y la búsqueda de consensos para trazar políticas públicas.

Participaron de la mesa Guillermo Sánchez, Silvina Jensen Menna, Marcelo Schwarz, Gabriela Espinosa y Bartolomé Zubillaga por Nueva Necochea;además de los consejeros Paula Argüello, Ángel Llona y María de los Ángeles Elia, también del oficialismo; Mariano Valiante y Verónica Bibbo, de La Libertad Avanza; Julián Kristiansen y Evangelina Almada, de Unión por la Patria; y Rodrigo Irigoyen, de Juntos por el Cambio.

Con asistencia plena de esta parte del cuadro político, el encuentro también estuvo abierto a quienes pujaron por la intendencia en la última elección. Pero solo Pablo Nosek y Marcelo Rivero se sumaron a la iniciativa.

“Tenemos que trabajar en conjunto en beneficio del distrito de Necochea, más allá de la miradas ideológicas y personales que cada uno tenga. Poder avanzar en muchos proyectos que realmente necesita la gente, y creo que ese va a ser el objetivo” sentenció el intendente reelecto el pasado domingo.

Los desafíos del Concejo Deliberante

Algún día la Patria va a demandar cuentas a todos aquellos que solemnemente juran desempeñar con fidelidad el cargo para el que han sido elegidos por el voto popular y a poco de andar la memoria les falla y a las promesas se las lleva el viento de la costa necochense. Y el día que la Patria (que no es el otro, sino todos nosotros) demande, ahí, agarrate Catalina.

El próximo 10 de diciembre los diez concejales electos el pasado 22 de octubre juraran por Dios, la Patria, Perón, Néstor, Cristina, los compañeros de La Cámpora, los padres, la ciudad de Necochea y las sagradas escrituras, cagarla lo menos posible.

Pero del dicho al hecho, hay un gran trecho, y como en la cancha se ven los pingos, próximamente veremos quiénes de aquellos que en campaña eran tremendas fieras que tenían la fórmula de la Coca-Cola y se comían el mundo, se convierten en gatitos mimosos y quienes mantienen el compromiso asumido en sus programas de gobierno.

Nuevos tiempos, nuevos aires

El municipio es un sistema integrado, es decir que tiene un Poder Ejecutivo y un Poder Legislativo que deberían caminar a la par, promoviendo mecanismos que impulsen un desarrollo equitativo y sustentable, indispensables en un Estado ágil y eficiente.

Municipio y Concejo Deliberante son el primer nivel de gobierno y la instancia más cercana entre las necesidades de los vecinos y la resolución de las diferentes problemáticas. Al menos eso es lo que dice la teoría.

Los nuevos tiempos deberían traer temáticas y debates complejos a la mesa de trabajo de los flamantes ediles y la búsqueda de consensos y acciones son los pilares fundamentales para garantizar una mejor calidad de vida al vecino de Necochea.

En estos nuevos tiempos se requieren concejales que no le saquen el cuerpo al debate y no tengan miedo de las discusiones políticamente incorrectas que en más de una oportunidad van a golpear de lleno al orden pre-establecido para terminar con sus privilegios.

La salud pública

Hace unos años, un grupo inversor llegó a Necochea con la idea de comprar la deuda de la Clínica Regional y convertirla en un centro de alta complejidad para pediatría y neonatología, pero las trabas impuestas por el Círculo Médico y la política local (gobierno de Facundo López) hicieron que esta gente levante sus petates y tome nuevos rumbos.

Una de las excusas que puso la corporación médica necochense fue que "así estamos bien".

El principal (y casi único) efector de salud en nuestra ciudad es el Hospital Municipal. La salud privada es virtualmente un centro de atención primaria caro y obsoleto que impulsa al vecino ante una situación de enfermedad grave, buscar atención en otras localidades.

El vecino de Necochea es rehén de un sistema de salud privada que impone sus propias reglas aunque estas estén reñidas con la ley como el cobro de aranceles, plus, bono o copago a las obras sociales. Mientras en otras localidades la intervención de la Justicia ha puesto tras las rejas e incluso llevó a la suspensión de la matrícula de profesionales y la clausura de clínicas involucradas con esta práctica ilegal, en nuestra ciudad Justicia, municipio y Concejo Deliberante son cómplices ciegos, sordos y mudos.

He aquí un debate pendiente.

Puerto Quequén: ¿un principado en medio de la ciudad?

Pocas veces la problemática que genera la operatoria portuaria llegó al Concejo Deliberante. Pocas, muy pocas veces, se habló de cómo afectan a la salud de los vecinos los negociados que se traducen en millones de dólares que se cuecen en las oficinas de Puerto Quequén; no importa si en el camino se anteponen a la vida y la salud de los vecinos y la fauna de la región.

Estudios recientes realizados por la cátedra de Toxicología Ambiental de la Universidad Católica de Córdoba indican que cuatro de cada diez personas que viven cerca de las plantas de acopio de cereal, sin controles medioambientales, como ocurre en la terminal portuaria capitaneada por Jorge Álvaro, sufren problemas de alergias y enfermedades pulmonares.

La nube de polvillo y granza que permanentemente sobrevuela la zona aledaña al puerto, especialmente en la margen de Quequén, es materia de quejas por parte de los vecinos. Desde hace más de una década que se están elevando notas y pedidos a las autoridades municipales y provinciales, al Concejo Deliberante y organismos de control, sin respuestas positivas.

El puerto no se toca, los argumentos están ligados a los intereses millonarios de los operadores que no siempre coinciden con las necesidades y requerimientos de los vecinos. Una especie de principado que toma todo lo que quiere (hasta el agua potable) y aporta poco y nada.

El programa "Puerto-Ciudad" que impulsó con éxito el intendente Arturo Rojas mientras se desempeñó al frente de la estación marítima abrió la puerta a obras financiadas por el puerto que tuvieron un fuerte impacto en la comunidad.

En este sentido, se concretó el paseo y mirador pegado a la Escollera Sur, la pavimentación de las calles de ingreso a escuelas y al Hospital Irurzun, pero la obra más esperada que es la reconstrucción del Puente Ezcurra quedó relegada al olvido.

Es cierto que el Concejo Deliberante no tiene injerencia directa en la operatoria portuaria. Sin embargo, el municipio cuenta con un miembro en el directorio del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén que debería velar por los intereses del vecino de Necochea, llevando a la mesa de toma de decisiones las políticas marcadas por el municipio.

El parque Miguel Lillo: ¿quién le pone el cascabel al gato?

El Parque Miguel Lillo comenzó a gestarse en el año 1948 y las tierras que hoy ocupa pertenecían a la familia Díaz Vélez, que habitaban en una casona de estilo colonial (hoy Museo Histórico Regional) rodeada de cuatro hectáreas de bosque de eucaliptos y cipreses.

Fue creado para frenar el avance de las arenas transportadas por el viento de la costa y se incorporaron variedades de pino Piñonero, de Alepo, Insignis, Marítimo y Thunberggi.

Es indiscutible su función como pulmón verde de la ciudad y ejemplo de todo lo bueno que puede hacer el ser humano en favor de la naturaleza y el medioambiente.

El parque no se vende, el parque no se toca, sin embargo el parque sin la mano del hombre que le dio vida, se muere.

Cada vez más se notan claros deforestados, especies muertas, tala indiscriminada y de manera alarmante se observa la migración de aves hacia la ciudad, signo inequívoco de que algo no está bien en nuestro parque.

El turismo, esa famosa industria sin chimeneas a la que Necochea aspira a entrar de manera competitiva desde hace décadas, requiere infraestructura pero esta debe ser planificada, estudiada, sin comprometer la masa arbórea o la rica y variada fauna que lo habita.

Le toca al Concejo Deliberante, que hasta ahora ha esquivado el bulto, marcar políticas claras para su preservación y cuidado, y un debate realista y serio respecto a la urbanización de la zona, que en los últimos años ha crecido exponencialmente, siendo el sector con mayor crecimiento inmobiliario de la ciudad.

Concejales en el siglo XXI

El Concejo Deliberante no es otra cosa que la cuna y origen de formación de demócratas. Nadie está más cerca de las necesidades populares, ni nadie más próximo al escrutinio del votante que los concejales.

Una carga pública que no sólo requiere vocación y voluntad, sino también el conocimiento (y las ganas de adquirirlo) que permita abordar el desafío asumido.

La práctica empírica de ensayo y error, la improvisación en la política, le han costado años de estancamiento y atraso al distrito de Necochea.

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