Política
Comicios legislativos

"Juntos": ironías del marketing electoral

Comenzó la cuenta regresiva hacia el cierre de listas. (Dibujo: NOVA)

"Juntos", la nueva denominación del frente macrista, parece una burla irónica al estado de situación de la principal coalición opositora en nuestra ciudad. Los desacuerdos llegan a tal punto que dicen que más de un dirigente se mira al espejo y se putea solo.

Los aspirantes a candidatos salieron como hormigas en día de humedad y de sectores tan variopintos como insólitos: desde la blonda Marcela Fernández Palma hasta Martín Orlando (sí, el mismo que hasta hace un rato posaba abrazado al presidente del PJ, Marcelo Rivero, rodeado de las más rancias agrupaciones kirchneristas) salieron a la calle a juntar avales pidiendo pista para presentarse en las primarias de septiembre.

Por estas horas, los ojos están puestos en la Unión Cívica Radical, el más veterano de los integrantes de la alianza, con un pasado de gloria, que asume que por pasar años como furgón de cola de Gerónimo Venegas y el Partido Fe ahora es su momento y se arrogan el derecho de encabezar la lista apropiándose del primer y segundo lugar; argumentan que los 700 afiliados que votaron en la interna partidaria del mes de marzo le dan el derecho a conducir la alianza opositora por sobre la opinión de las 36.500 personas que votaron a Juntos por el Cambio en octubre de 2019.

El entusiasmo de los correligionarios está en ebullición, al punto que no descartan una lista cien por ciento radical con el candidato vitalicio Gonzalo Diez en primer lugar, secundado por Graciana Maizzani y Alejandro "el Ñoqui Bueno" Bidegain en tercer término.

El espíritu democrático de la actual conducción del Comité Emiliano Abásolo se desdibujó con la pandemia. Alberto Esnaola, que pedía a gritos las PASO, que se dió el lujo de impulsar una interna partidaria en medio de un brote de Covid que le costó la vida a 197 necochenses, considera que una asamblea que defina los nombres de los precandidatos que aportará el radicalismo estaba fuera de lugar y a instancias suyas, el plenario definió que "el partido chico" elegirá el orden de los candidatos con los nombres impuestos de antemano, en "una reunión de consenso".

Si los próceres radicales hubiesen podido escuchar los disparates que se dijeron en ese plenario (afiliados electos por otros afiliados que garantizan la voz y voto de todos los espacios con representación partidaria) se vuelven al panteón solitos y con la cara roja de vergüenza. Un personaje llegó a plantear que no se podía delegar en el afiliado la responsabilidad de elegir los nombres que van a ocupar cargos electivos, que esa es responsabilidad del comité.

Tal como se plantea la situación en la 57 y 54, la vieja guardia encarnada en el ex diputado Pedro Azcoiti, el ex intendente Daniel Molina, Roberto Taurián, "Cacho" Maldonado, Alberto Esnaola, van a darse el gusto de volver a postular por enésima vez a su "hijo putativo", Gonzalo Diez, y de ahí para abajo, parece no importarles.

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