Pero también, “la conmemoración de Luciano Arruga, a ocho años de su desaparición con vida, desde el 31 de enero de 2009 hasta el año 2014, donde se lo encontró enterrado en un cementerio como NN, asesinado a manos de la policía, luego de haber sido secuestrado por no querer ‘trabajar’ para ellos”.

“Luciano tenía apenas 16 años cuando fue secuestrado por la policía de Lomas del Mirador, un claro ejemplo de lo que hace todos los días la Policía: mandar a robar a los pibes, hostigarlos o en la mayoría de los casos asesinarlos a sangre fría, desaparecerlos o inventar ‘suicidios’” explica.

Y por supuesto recuerda lo que le ocurrió en Necochea hace tan sólo dos años, a Michel "NOA" Suarez, otro de los tantos asesinados por Policía: “Un pibe que como modus operandi recurrente de la yuta apareció ‘suicidado’”.

“En Argentina –continua el texto– la Policía mata a un pibe cada 25 horas, dato que demuestra el abuso de poder por parte de la yuta”.

“Pero no solo los pibes sufren la violencia de la institución policíaca, sino también las pibas, doblemente oprimidas por su condición de mujeres y pobres, a las que la yuta regentea, dato que deja ver que está detrás de cada uno de los prostíbulos, detrás de cada piba prostituida y esclavizada sexualmente, está la Policía, siendo secuestradora y represora de nuestras pibas, convirtiéndolas en victimas de trata”.

La invitación difundida además afirma que “la Policía no sólo tiene la estructura estatal para torturar, asesinar y desaparecer: también el encubrimiento político de todos los estamentos del poder para garantizarse la impunidad. Todo esto sucede en complicidad con la justicia, con los medios, con el Estado”.

“El Estado volvió a demostrar que la maquinaria que funcionó en la última dictadura cívico-militar-eclesiástica nunca se desmanteló con el retorno de la democracia: sus instituciones sostienen la misma perversidad de forma selectiva e invisibilizada”.

El Frente Darío Santillán denuncia que “la política llevada a cabo con los NN es ilegal e irregular. Las fuerzas de seguridad, las morgues, el Registro Nacional de las Personas, los médicos que son cómplices, el poder judicial y los cementerios son la maquinaria mafiosa que ejecuta la desaparición forzada de personas en democracia”.

“En el caso de Luciano el encubrimiento en los procedimientos posteriores a su muerte queda manifestado. La política estatal para manipular a los cuerpos ‘sin identidad’ es siniestra. La única excepción estatal en este crimen fue haber encontrado a Luciano”, sostienen desde la agrupación.

Y alertan que “el Gobierno como ya nos tiene acostumbrado tomara próximamente una medida en contra de los pibes, a favor de seguir criminalizando la pobreza: bajar la edad de imputabilidad de los 16 a los 14 años, una medida totalmente repudiable que solo tiene como fin quitarnos a nuestros pibes, cuando sabemos que ellos sólo son un último eslabón de toda una gran red siniestra: El Capitalismo”.

“Nos encontramos en un contexto de ofensiva del capital, de combate al trabajo (destruir todos o buena parte de los derechos de las y los trabajadores), devastar la tierra y quebrar la capacidad de los sectores subalternos de cualquier resistencia”.

“La fragmentación, la segregación, la apropiación especulativa del territorio, la degradación del hábitat, la precarización de la vivienda, del trabajo, el acceso diferenciado a la salud y educación, son planteados como temas apartes, como cuestiones aisladas o privadas”.

“La consecuencia de ello es el crecimiento de la conflictividad y las contradicciones, que se potencian en los barrios y ciudades, y la creciente degradación y hostilidad de la vida cotidiana”.

Finalmente, exigen: “No queremos más pibes muertos, no queremos más gatillo fácil, no queremos más pibes desaparecidos, basta de seguir invirtiendo en ‘seguridad’, seguridad es invertir en educación, en salud, en actividades culturales”.