"La amenazó con que si contaba algo a su familia le iba a prender fuego la casa con los nenes adentro (ella tiene tres hijos de su ex pareja) y si hacía la denuncia, se iba pasar por loco y volvería a su domicilio a cagarla a palos", relataron.

Luego, realizaron la correspondiente denuncia en la Comisaria de la Mujer, por lo que el sujeto tiene restricción de acercamiento tanto a la víctima como a su domicilio.

Pero las cosas no quedaron ahí. No obstante la denuncia realizada y las medidas impuestas contra el agresor, las hermanas justicieras relatan que "octamos (sic) por hacer justicia por mano propia y lo agarramos entre 4 hermanas mujeres, lo re cagamos bien a palo! Creo que no le quedó ganas de pegarle a ninguna más, nos enteramos que siempre fue así con las mujeres, ahí quedo con una fractura en el cráneo y lesiones".

El machirulo en cuestión terminó magullado, con una causa abierta por violencia de género y además la Policía le secuestró el Fiat Uno que conducía "ya que era poncho".

Más allá del pintoresco relato, la violencia de género ha sido la otra pandemia durante los meses de aislamiento obligatorio.

Desde el inicio de la cuarentena, se estima que hubo un aumento del 39 por ciento en las denuncias de mujeres que sufren violencia de género a la Línea 144, que brinda orientación, asesoramiento y contención a mujeres en situación de violencia.