Opinión
El falso “adalid de la transparencia”

Dime con quien andas, el curro de Martin Migueles y sus socios con el "triple play"

Martín Migueles y Roberto Porcaro.

Honestidad y trasparencia, dos palabras que llenan la boca de los candidatos en cada campaña electoral pero que, a la hora de gobernar, administrar, gestionar pasan a segundo plano y dejan de tener relevancia. Martín Migueles, autoproclamado “adalid de la transparencia” tiene un pasado turbio con lazos muy cercanos al operador kirchnerista Roberto Porcaro y el entonces vicegobernador Gabriel Mariotto que no se puede ignorar.

Al igual que la mujer del César, en política no solo se debe ser honesto, también hay que parecerlo y en este campo, Migueles tiene mucho que demostrar. Cuando un funcionario compromete los recursos públicos quedan dos opciones posibles: o es corrupto o es no está capacitado para ejercer su cargo.

Mientras se conformaba la Comisión Investigadora que impulsó el juicio político que determinó la destitución del exintendente Horacio Tellechea, Martín Migueles iniciaba su romance con los armadores político-económicos del kirchnerismo dando forma al ambicioso proyecto de ostentar la suma del poder en Necochea manejando los tres pilares del distrito: municipio, puerto y cooperativa eléctrica.

El proyecto fracasó a poco de comenzar: el intendente destituido y las actuaciones de los concejales ratificadas por el Tribunal de Cuentas de la provincia y la Suprema Corte de Justicia, las autoridades portuarias ligadas a la mega causa de la "ruta del dinero K" y Migueles afuera de la Cooperativa.

En plena investigación impulsada por el Concejo Deliberante por la compra fraudulenta de aparatología hospitalaria por parte del municipio a la empresa Línea Médica S.R.L, cuyo representante legal era el empresario Marcos Linares, Martín Migueles, entonces titular de la Usina Popular Cooperativa, vinculó comercialmente a la institución con este personaje mientras gestaba el trasnochado proyecto del Triple Play.

Bajo la firma de "Fibra Digital Group”, Marcos Linares hizo pie en la Usina formando parte de un negociado multimillonario que quedó trunco al avanzar el juicio político contra el exintendente Horacio Tellechea y salieran a la luz los estrechos vínculos entre Linares (uno de los financistas de la campaña kirchnerista) y Roberto Porcaro.

En enero de 2011, la Usina Popular Cooperativa firmó un contrato con "Fibra Digital Group", una empresa nueva con poco más de un mes de creación. Juntas conformaron una Unión Transitoria de Empresas denominada UPC Digital, con el objetivo de desarrollar el fracasado proyecto del Triple Play

El escándalo que estuvo durante meses en la agenda de los medios nacionales, obligó a los socios a dar marcha atrás con el contrato, sin embargo, Marcos Linares quedó vinculado al estudio Jurídico de Martín Migueles y por entonces los lazos laborales y profesionales entre ambos se fueros estrechando.

Una inevitable sombra de sospecha y el fantasma de la corrupción kirchnerista se asoman cada vez que el candidato de Juntos por el Cambio habla de un rediseño del sistema de salud municipal y la compra de material y aparatología hospitalaria, teniendo en cuenta la relación de Migueles con los protagonistas de los hechos de corrupción que terminaron en la destitución de un intendente.

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