En primer lugar, hay que destacar la resistencia de los integrantes de su espacio a la ampliación de la lista con la incorporación de los radicales. El foco está puesto fundamentalmente en un candidato que fue funcionario durante la gestión de Daniel Molina, que no cumple con la máxima de la honestidad y transparencia, pero también molestan algunos cruces ideológicos con los alfonsinistas.

De los peronistas, "El General” dijo una vez que son como los gatos, que cuando parece que se pelean en realidad se están reproduciendo. En el caso de los radicales, cuando parece que se pelean, se están peleando nomás.

Esta semana arrancó con un mazazo para Migueles. Nada menos que el presidente de la Juventud Radical, Abel Rodriguez, mediante un comunicado de prensa anunció que la histórica organización votaría a los candidatos de Juntos por el Cambio a nivel nacional y provincial, pero que no acompañarían al ex presidente de la Usina.

Rodríguez afirmó que promoverán el corte de boleta a favor del intendente municipal, Arturo Rojas. “Como dirigentes tenemos la obligación de escuchar el voto de nuestros vecinos, y Necochea tiene una particularidad que se da en pocas ciudades de la provincia, que es el corte de boleta”. “Somos muchos los que vamos a trabajar para que ese corte sea en beneficio de nuestros candidatos y el intendente municipal”, señaló.

Sin embargo, a pesar del golpe ideológico que conllevan estas declaraciones, no es el mayor de los problemas que le acarrearon los boina blanca. En el seno del radicalismo local hay una lucha interna para hacerse con el poder dentro del centenario partido.

La lucha es más bien generacional; la vieja estructura liderada por los apellidos ilustres del partido se resiste a dar un paso al costado y perder los privilegios de casta. Dirigentes de la generación ´83 pretender seguir digitando posiciones políticas y acomodando amigos en los cada vez más acotados cargos políticos a los que puede acceder la UCR.

Las nuevas generaciones piden pista, pero aunque paulatinamente ganan espacios, están lejos de quedarse con el bastón de mando.

En este marco, a Migueles le toca lidiar con una agrupación política que ocupa lugares preponderantes en su lista, que básicamente es un polvorín a punto de estallar.

Que el presidente de la Juventud Radical reconozca públicamente que milita el corte de boleta a favor de Rojas, archienemigo de Migueles desde que los dos usaban pantalones cortos, fue un duro golpe para Juntos por el Cambio, pero no se compara con el que representan los alfonsinistas que proponen el corte inverso.

EPA, Espacio de Pensamiento Alfonsinista, con representación en la lista de Martín Migueles y con presencia en el Plenario Radical, apoya de manera incondicional al hijo del ex presidente.

Antonio Corona, reconocido referente radical, publicó un escrito en el que reconoce abiertamente su postura política: "Algunos trasnochados radicales que decidieron transformarse en bufones del neoconservadurismo argentino, seguramente para no sentir culpa, le exigen a Ricardo Alfonsín que se meta las banderas de Raúl en el bolsillo y consienta, cual prostituta, los lineamientos que bajan (Mauricio) Macri, (Patricia) Bullrich y (Miguel Ángel) Pichetto".

Y por si quedan dudas, reafirmó su posición compartiendo una imagen de Javier Milei y Bulrich con la consigna "si ganan, vienen por tus derechos". Vale aclarar que Silvia Sadaha, alfonsinista de pura cepa, es candidata a concejal en la lista de Martín Migueles.