Nada nuevo bajo el sol

Lo que sí estuvo para alquilar balcones fue el proceso de presentación de listas de Juntos por el Cambio, que sin dudas fue un papelonazo nivel super saiyajin infinito. Menos del 5 por ciento del padrón de afiliados definió el candidato radical y en el ala PRO tuvieron que someterse al dedazo de Ritondo, mientras que Alberto Asseff cotizó en dólares el derecho a presentar lista.

Mientras tanto, el intendente Arturo Rojas se enfrenta a un desafío doble: por un lado retener la intendencia y además mantener la mayoría automática en el Concejo Deliberante que le allana el camino a la hora de implementar políticas y medidas necesarias para la gestión y su proyecto político.

Juntos por el caos

La imposición de Patricia Bullrich como parte del acuerdo que marcó la rendición de Cristian Ritondo fue sostener a María Eugenia Vallota como precandidata a la intendencia generó un mar de incertidumbre entre los amarillos locales.

A horas del cierre el rumor de que se bajarían las demás listas provocó frenéticas comunicaciones vía whatsapp y numerosos mensajes dando por ciertas las más fantasiosas teorías. Fantasía o realidad, de los diez candidatos que se largaron a la palestra, quedaron el radical Damián Unibaso, Martín Migueles que aunó fuerzas con Gonzalo Diez y María Eugenia Vallota.

La sorpresa la dio Walter Bravo. el nuevo delfín de Alberto Esnaola que intentó ganar su lugar por fuera del mandato de los afiliados presentando un pedido de impugnación de la lista de Unibaso que finalmente no prosperó y se quedó afuera de la contienda electoral.

Candidaturas cotizan en dólares, euros y yenes

Un audio donde se podía escuchar una conversación entre un aspirante a precandidato y una supuesta armadora política de la quinta sección se viralizó en pocas horas y convulsionó el ambiente político de Necochea. En el mismo se escuchaba claramente como la mujer pedía 32 mil dólares para presentar sin contratiempos la lista en la Junta Electoral.

En una charla de café que no tenía desperdicio, Flavia Batistoni, la dueña de la voz, se esforzó duro para venderle espejitos de colores a quien suponía un incauto novato en la política y le prometió "el oro y el moro" y un futuro prometedor. No solo vendía una candidatura, vendía la experiencia de sentirse triunfador por unos días y de paso juntar unos mangos.

Haciendo un somero resumen la mujer, que dicho sea de paso aspiraba a formar parte del listado de candidatos a diputados, quedó de patitas en la calle por orden del propio diputado Alberto Asseff, exigía que para el jueves anterior a la presentación de la lista los 32 mil dólares debía estar en su bolsa sino no había lista.

En el medio de la charla, como para chapear confianza con el jefe, reproduce en su celular un mensaje de Alberto Asseff y luego explica su intención de venderle los avales a un referente cercano a Patricia Bullrich de Mar Del Plata, en 20000 dólares.

Batistoni deja claro que es una especie de recaudadora ya que tiene que pagar en el partido y después en la Justicia Electoral para poder pasar la lista y que Alberto Asseff también recibiría su parte obteniendo el 20 por ciento de todo lo que ella recauda vendiendo candidaturas en la quinta sección.

Por último propone que luego de presentada la lista se "hay que aprovechar los 5 días posteriores habilitados para modificaciones para vender los lugares. Textualmente dice "si alguno quiere participar que venga con la tarasca".

En un audio posterior, (supuestamente el candidato ya había caído en sus redes) se la escucha negociar la entrega del efectivo y en un acto de confianza desinteresada rebaja a la mitad el canon y "mañana me das cinco y el jueves me das el resto y ni bien me dan la boleta salimos a buscar coparticipación para completar lo que me va a hacer falta a mi también".

"Yo se que después se van a acercar un montón a nosotros, incluso hasta Arturo va a estar cagado y va a querer comprarnos algo. Mientras nosotros sigamos en la línea de Patricia (Bullrich) lo que nosotros arreglemos queda en nosotros dos, les podemos decir que sí y después hacemos lo que queremos" afirma con plena convicción en sus dotes de convencimiento.

La estrategia para recaudar que planteaba era simple "el sábado meto la lista, el domingo o lunes ya vamos a tener la decisión de la Junta, es decir que va a aparecer en el listado de la Junta Electoral y a partir de ahí tenemos diez días para cambiar alguna pieza" dando por iniciada la ventana de negociación, aclarando que "esto tenemos que saberlo vos, yo y Euce nada más".

La "víctima", que a esta altura le tendió una cama king size a la "armadora", pregunta si con lo que él le da le alcanza para cumplir con los pagos que tiene que gestionar para que la lista no se caiga, a lo que Batistoni responde que "en confianza yo pongo tu parte y después saldremos a vender para costear mis quilombos también".

Aparentemente la maniobra que salpica de lleno a Alberto Asseff y Patricia Bullrich se repitió en varios distritos de la Quinta Sección Electoral e incluía la compra y venta de los avales necesarios para inscribir la lista en cuestión.