El relato de Andersen se replica por cientos en la ciudad: "Soy trabajadora independiente, hace más de 3 meses que no trabajo; tuve que cerrar mi gimnasio, debido a las deudas que se acumularon, soy instructora de zumba y varias disciplinas y me dedico a todo lo que se relaciona a este rubro `no escencial´ para ustedes. Quizás para ustedes no seamos importantes, pero nosotros nos consideramos esenciales. Para pagar los impuestos, para pagar alquileres".

"Nos ilusionaron con reabrir y poder trabajar de nuestro laburo en fase 5, muchos colegas prepararon todo el lugar para poder volver cumpliendo las 20 miles condiciones que les imponen; hoy resulta que no somos un rubro apto para la fase 5, pero las reuniones de a 10 personas si entran en la fase 5, expliquen esa ilógica".

Desde la administración municipal se evaluó el posible ingreso de Necochea en fase 5 a partir de esta semana siempre y cuando no se detecten nuevos casos positivos de COVID-19 y entre las nuevas actividades más esperadas se encuentran gimnasios y natatorios, pero un cambio en la normativa provincial, dio marcha atrás con los planes de apertura.

En esta línea, tendrán que permanecer los centros comerciales, los clubes, bibliotecas, centros culturales y cualquier otro espacio público o privado que implique la concurrencia de personas, y se suma la negativa para la reapertura de gimnasios y otros espacios con instalaciones deportivas cerradas que previamente habían sido admitidas en esta fase.

Todas estas limitaciones se basan en los informes relevados por el Ministerio de Salud bonaerense, y reflejan la situación de retroceso de algunos municipios de esta provincia, debido a la detección de casos autóctonos en el marco de los 21 días prescriptos por el Gobierno provincial para el paso de fase, así como un incremento en la velocidad de transmisión del COVID-19 en estos distritos (medida en tiempo de duplicación), o la presencia de casos en los que no se puede identificar la cadena de transmisión.