Las imágenes muestran la precariedad en la que vivían Amalia Esther Guzmán, de 63 años, que se encontraba con movilidad reducida en silla de ruedas y su hija, Valeria Marisol Morales de 37. El final de estas mujeres es materia de investigación por parte de la justicia y no se descarta un asesinato seguido de suicidio.

En el reporte de la visita, los ediles aprovecharon para "llevar agua para su molino". A tres meses de que el gobierno municipal trasladara a los adultos mayores que residían en la sala sanitaria de La Dulce y luego de que se hiciera público el estado de insalubridad en el que vivían las mujeres y muchos de los abuelos que volvieron con sus familias, afirmaron que "llevaremos el reclamo correspondiente a las autoridades municipales en la búsqueda de una solución que permita devolverles las condiciones de protección y salubridad que merecen".

Ni la publicación, ni la visita de los concejales tuvo la aceptación de los vecinos. Entre los mensajes que recibieron se destaca el de un familiar de las mujeres fallecidas que plasma la indignación de una comunidad: "No tienen ni vergüenza de ir ahora y de sacar foto; ¿por qué no lo hicieron antes cuando mi sobrina los necesitaba? ¿Ahora para qué? Solo para que se haga justicia".