La decisión de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal de mantener a toda costa la unidad dentro del frente político oficialista hizo ruido especialmente en el radicalismo, que esperaba para este 2019 ocupar los lugares en las listas que esperan desde el 2015.
El radicalismo se comió el cuento de la reina consorte en el Gobierno y terminó siendo el pariente pobre. Apenas un puñado de cargos para un grupo minúsculo de dirigentes fue el premio para el centenario partido y en Necochea la grieta se comienza a notar cada vez más.
Tras la visita a nuestra ciudad de funcionarios nacionales y provinciales de la talla del senador Esteban Bullrich y el ministro Javier Tizado en las últimas semanas, casi todos los socios de Cambiemos pusieron en escena una "convivencia democrática" a excepción del radicalismo que hizo rancho aparte e hicieron su propia sesión fotográfica y no participaron de los actos oficiales.
Más allá del berrinche de los boina blanca, la anécdota que quedó en el mundillo político, es que la gobernadora María Eugenia Vidal recibió la foto de una de sus principales espadas como es Esteban Bullrich, "bancando" a un ex funcionario kirchnerista, que también formó parte de la lista de Ernesto Costanzo, uno de los ex presidentes de Puerto Quequén más cuestionados.
El pollo del diputado Domínguez Yelpo, lanza su precandidatura "al spiedo", o sea, dando vueltas en búsqueda de un puestito y quemado hasta el traste.
Maximiliano Delfino tiene un historial turbio. Además de contar con una vieja causa iniciada por un enfermero por lesiones leves y actualmente archivada, también fue investigado y suspendido por IOMA, por el supuesto cobro ilegal de aranceles. En su momento se inició un sumario bajo el registro interno 2014-5303/05.
Como si fuera poco, es médico de PAMI y se quedó como Gardel en el bronce cuando quisieron cerrar sus oficinas en Quequén y la movilización de los vecinos y afiliados lo impidió.
