Política
Todo sigue igual

Impunidad para quienes contaminan a cambio de un homenaje a las víctimas

El Concejo Deliberante tomó la iniciativa de bautizar un pasaje del Paseo de los Niños en Quequén con el nombre de Melisa Núñez, en honor a la joven muerta tras un derrame de agrotóxicos.

Como en casi todos los temas de relevancia para los necochenses, las autoridades municipales, concejales metidos en la misma bolsa, se siguen mirando la pelusa del ombligo y lejos de buscar soluciones reales se quedan en la proclama demagógica.

El Concejo Deliberante tomó la iniciativa de bautizar un pasaje del Paseo de los Niños en Quequén con el nombre de Melisa Núñez, en honor a la joven muerta tras un derrame de agrotóxicos. El juicio a los hermanos Cañada dejó a la comunidad de Necochea y Quequén con una sensación de impunidad. El abrazo de los responsables de la muerte de Melisa y su familia, en el marco de la justicia restaurativa, no conformó a los vecinos que aún hoy siguen a merced de la contaminación.

Ni las autoridades de entonces, ni las de ahora han mostrado la voluntad política de legislar y poner reglas claras que frenen el avance de los empresarios y productores en el uso y tránsito de agrotóxicos en el distrito. Las complicidades, los silencios y el manto de impunidad con que el Concejo Deliberante y la Justicia cubrieron a los funcionarios se hicieron evidentes en el abandono que sufrieron los damnificados.

Mediante un comunicado de prensa el Partido Obrero, que ha tenido activa participación desde el mismo día del incidente denunciando, dejó en claro la doble moral del Ejecutivo y del intendente Facundo López en este tema.

"Los Hospitales del distrito siguen sin tener un sector que atienda intoxicaciones por agrotóxicos (Melisa murió sin que los médicos supieran de qué). No hay control para los depósitos de fitosanitarios y mucho menos para su comercialización y transporte", señalaron.

Agregaron que "las empresas agroexportadoras siguen contaminando el espacio terrestre y aéreo de las ciudades del distrito”. Lo sucedido en la planta de Marmetto hace unos meses dejó en claro que la situación no ha cambiado pero que la impunidad del poder económico detrás de las empresas que contaminan y ponen en riesgo la vida de los vecinos y la complicidad del poder político sigue igual, pero un homenaje tardío e hipócrita a Melisa Núñez expía algunas conciencias.

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