Cuando los concejales asumen su responsabilidad y trabajan junto con los vecinos e instituciones, los resultados saltan a la vista.
Después de más de dos meses de gestión, el concejal vecinalista Francisco Medina logró que el municipio ceda un espacio en el Centro Integrador Comunitario de Barrio Norte al Servicio de Asistencia al Suicida, organización sin fines de lucro que trabaja para brindar contención en los momentos más críticos de las personas.
Medina reconoció que aún falta mucho por hacer, fundamentalmente con el tema de la telefonía móvil -que aún no está incorporado a la legislación- y aún no se puede prestar el servicio.
Contar con un espacio propio y contenido por la estructura municipal ha sido durante muchos años una deuda pendiente que al fin ha sido saldada por el gobierno local.
Este grupo de voluntarios ayuda de manera desinteresada a vecinos que acuden a ellos en momentos críticos, cuando necesitan una voz amiga que los contenga y acompañe. De sus bolsillos salen los recursos para capacitar a sus integrantes y atender las necesidades que puedan ir surgiendo.
Desde sus redes sociales, Medina agradeció a los integrantes del SAS "la posibilidad de sumar mi voz para reclamar a las autoridades por un espacio, de poder ser un pequeño granito de arena en la obra de amor al prójimo que llevan adelante".
