Según trascendió, el mismo proyecto fue bajado por la gobernadora María Eugenia Vidal a través de sus dirigentes a todos los distritos. En Necochea recibieron el llamado el Partido Fe, el sector de Marcela Fernández Palma y la UCR.

El enojo de las demás fuerzas, especialmente el de la rubia edil del PRO, radica en que el Partido Fe los primerió y presentó el proyecto con el visto bueno de Graciana Maizzani. La UCR, por su parte, envió a los medios un comunicado en el que acompaña las medidas anunciadas por el Gobierno nacional.

"Los radicales trabajamos para construir un Estado que entienda la eficiencia como un principio fundamental, que asuma su responsabilidad del servicio público y que gobierne con ejemplaridad y transparencia", afirmaron.

En cuanto a las políticas locales, sostienen que Necochea "cuenta con una diversa gama de problemáticas a resolver (pobreza, desempleo joven, infraestructura, espacio público, entre otras), y desde el radicalismo pensamos que en gran parte se debe a que el Estado municipal se ha convertido en el refugio de la política -para unos pocos- y que, desde hace más de una década, quienes se han hecho cargo de su administración no le han demostrado a la sociedad qué pretenden cambiar".