El disparador de la investigación fueron las manchas en los dientes que presenta la gran mayoría de los habitantes de Ramón Santamarina. Encontraron altos niveles de bacterias como Escherichia Coli y Kec, e incluso niveles alarmantes de arsénico dando como resultado que el agua que se consume en la localidad no es apta para el consumo.

Las autoridades municipales fueron alertadas inmediatamente de la situación en julio de este año pero solo atinaron a clorar el pozo sin dar una solución definitiva.

Ante los reclamos y los resultados de los análisis presentados por los estudiantes, el delegado local, Angel Molvert, los acusó de utilizar políticamente la investigación e incluso sugirió que no se difunda el trabajo para no asustar a la población.

Que el agua del distrito de Necochea está contaminada y tiene una escasa potabilidad no es sorpresa para nadie y mucho menos para Facundo López. En octubre de 2014, tras un informe que indicaba que el agua en nuestro distrito era de ‘calidad mediocre APTA para consumo’, el entonces concejal que estaba iniciando su campaña rumbo a la intendencia, presentó un pedido de informes instando al Ejecutivo a detallar "las medidas realizadas en aquellos pozos cuya calidad del agua sea mediocre, baja o No apta para consumo".

"Nosotros queremos brindarle la tranquilidad al vecino, como profesional en la materia, es que solicito estos informes” indicó en ese momento ya que “no es lo mismo la inversión necesaria para brindar el correcto servicio de agua potable si debemos o no construir una planta potabilizadora”; tras casi tres años al frente de la intendencia, el agua sigue siendo un punto débil en la gestión de López.