Política
Negocios turbios

Jorge Triaca y el "Comandante" Rodríguez van por La Salada

El secretario de Trabajo, Jorge Triaca, y el periodista autoexiliado en Necochea, Miguel Ángel Rodríguez. (Fotomontaje: NOVA)

El secretario de Trabajo, Jorge Triaca, va por La Salada de la mano de Miguel Ángel Rodríguez, un veterano del peronismo porteño con más prontuario que currículum, siempre recordado por sus bigotes a lo “Bombita” Rodríguez, autoexiliado en Necochea desde hace varios años, que prefiere hacerse llamar “El Coman” o “Comandante”.

El sobrenombre remite a un supuesto pasado montonero, versión que él mismo se empeña en alimentar. Hábil encantador de serpientes, “El Coman” vivió en Venezuela, donde cultivó lazos que le permitieron desembarcar, a principios del kirchnerismo, en la Embajada de ese país y en la filial argentina de PDVSA. Antes, había sido parte de la gestión municipal de Carlos Grosso y había sido juzgado y detenido por hechos de corrupción durante su paso por la función pública.

“El Coman” saltó del kirchnerismo al Pro, específicamente, al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), donde Mauricio Macri le asignó una cuota de poder importante pero no suficiente. Su pasión por los negocios pudo más: fue uno de los que loteó –y cobró- el Parque Indoamericano, alentó la toma y después se dio a la fuga, en aquel diciembre caliente de 2010, según los testimonios judiciales de sus víctimas, casi todos inmigrantes bolivianos y peruanos.

Después de eso recaló en Necochea, pero su sosiego duró poco. Su última aventura se llama Mercado Integrador de Cadena Corta (MICC), una especie de feria franca, inspirada en el modelo de La Salada, que tiene en vilo a los comerciantes locales, porque cuenta con apoyo de importantes figuras de los gobiernos nacional y provincial. Para edificar el MICC consiguió fondos de alguna caja mágica y misteriosa, con los que compró un predio en la localidad portuaria de Quequén. La elección no es casual, ya que se trata del único puerto del país sin scanner, carencia que alienta todo tipo de actividad ilegal.

“El Coman” Rodríguez le vendió la idea a Triaca de crear el MICC como una prueba piloto para esgrimir como credencial y hacerse con el manejo del premio mayor, la feria de La Salada. Ubicada a la vera del río Matanza, supo ser el mayor polo comercial del cono sur, hoy venida abajo por el encarcelamiento de sus dueños. Ese sería el verdadero motivo por el que Jorge Castillo y “Quique” Antequera llevan ya dieciocho meses de prisión sin condena y sin avances en la causa.

Aunque sigue sin lograr la habilitación local para su proyecto, “el Coman” no se resigna. Últimamente rondó la feria de La Salada y estableció contacto con los feriantes bolivianos. Intenta reunir a los talleristas de Villa Celina, también llamada “Little Bolivia”, para explicarles las bondades del proceso de cooperativización. Que él conduciría él, claro.

Triaca las quiere todas para él, dicen algunos que lo conocen desde chico. Esta cooperativización trucha se haría con el aval de CAME hoy más macrista que nunca, que no se opondría a la megaferia.

Alentado por el secretario de Trabajo, “el Coman” compró los terrenos cercanos al puerto de Quequén para instalar allí su mercado, confiado en que la política haría el resto. El dato clave era el fallecimiento de otro amigo de Triaca padre: el “Momo” Venegas, amo y señor de Necochea hasta el último día de su vida. Cuando Castillo y Antequera fueron detenidos en junio de 2017, se los acusaba de liderar una asociación ilícita que administraba puestos de venta en el espacio público. Algo que, como mucho, es una contravención.

Pero una semana después, con la partida de Venegas, la posibilidad de hacerse del control de la feria –uno de los negocios más importantes del país, aún en plena caída del consumo- empezó a tomar forma en la cabeza de Triaca y de su puntero, “el Coman”. Con los dos empresarios detenidos y el “Momo” muerto, el camino quedaba allanado. La idea era habilitar rápido el MICC y utilizar esa “experiencia exitosa” como credencial para hacerse cargo de la feria, vía cooperativización de los feriantes, intervención o compra compulsiva de acciones a sus tenedores.

El problema radica en que, hasta hoy, el alcalde de Necochea, Facundo López, resistió las presiones tanto de “El Coman” como de las sucesivas figuras que fueron a apretarlo, incluyendo al Subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales Alex Campbell, nexo entre La Plata y los intendentes. Campbell, hombre del círculo íntimo de María Eugenia Vidal, tuvo que escuchar un argumento de sencillez inapelable: ¿Por qué firmaría él, un renovador, algo que no firmó ni siquiera un intendente de Cambiemos?

Los meses pasan, Castillo y Antequera siguen presos. Pero Jorge Triaca tiene un problema nuevo llamado Dante Sica y ya no puede manejarse con la misma discrecionalidad de cuando tenía línea directa con el Presidente.

Las encuestas coinciden en que Cambiemos enfrentará un duro escenario electoral y, roto el enamoramiento inicial, la sociedad ya no tolera negocios truchos ni, mucho menos, extorsiones y prisiones arbitrarias. Por no mencionar el carácter siempre oficialista de la justicia federal. El que pierde va a Comodoro Py sin escalas.

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