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El Estado mira para otro lado

Fuerte relato de una paciente del Hospital Irurzun desnuda falencias en la salud pública

El Hospital Irurzun, de Quequén, es una bomba de tiempo. "Destine dinero al área de la salud que es la que nos mantiene con vida", le rogó una mujer al intendente Facundo López.

A través de las redes sociales, una paciente del área de rehabilitación del Hospital Irurzun de Quequén publicó un fuerte relato sobre las condiciones en las que son trasladados los hombres y mujeres que allí asisten, y las consecuencias de las medidas de fuerza que realizan los trabajadores de la salud. Destacó el compromiso del chofer de la ambulancia que suple con su calidad humana lo que el Estado debería brindar.

La vecina, de nombre María Silvina, relató: "Los que allí vamos no gozamos de buena salud, como podrán imaginarse, ya que la mayoría hemos sufrido ACV y accidentes cerebrales de todo tipo; algunos caminamos, otros nos manejamos con bastón, andador y en el peor de los casos sillas de ruedas".

"Verán q la vida no nos sonríe, y si a esto le sumamos las condiciones indignas en la que vivimos ya que la mayoría somos pensionados por invalidez, tenemos un ingreso de 5.400 pesos, menos que una mínima jubilatoria" agregó.

En su publicación, denuncia las condiciones indignas en las que son trasladados. La ambulancia es un vehículo viejo, mal reparado con restos de otras ambulancias, no adaptado para llevar personas con dificultades motoras. Los pacientes en sillas de ruedas son amarrados con cinturones al asiento del conductor.

Solo el chofer realiza los traslados y con ayuda de los familiares de los pacientes va subiendo a cada uno, brindándole las precarias medidas de seguridad que la falta de adaptación del vehículo ofrece. "¡Todavía no entiendo cómo no nos matamos! Sólo porque quien la conduce es muy responsable en su andar", advirtió María Silvina.

Tras las medidas de fuerza que los trabajadores municipales han llevado adelante por incumplimiento en los plazos para el depósito de sus haberes, la mujer realizó un pedido urgente al intendente Facundo López y a toda la ciudad de Necochea para que se haga eco del mismo: "Somos personas, enfermas sí, pero no animales. Cada día que usted no paga es un día menos de nuestra calidad de vida, cada vez que no paga a sus empleados restamos un día a nuestra rehabilitación."

Y continuó: "El día que usted no paga tenemos demoras ente tres o más meses para que el CEMA nos realice algún estudio de importancia que aqueja nuestra salud o control y ahora se suma que cada vez que no paga no podemos retirar la medicación que nos sostiene, como en mi caso la morfina, y usted que es médico sabrá que es imposible de suplantar y debemos vivir con dolor por culpa del abandono del Estado local, provincial y nacional".

La paciente de 43 años, que en 2012 sufrió un ACV y desde entonces realiza su rehabilitación en el Hospital de Quequén, finalizó con una súplica al intendente: "Resuelva esta situación, destine dinero al área de la salud que es la que nos mantiene con vida".

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