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Escollera Sur

Otro exitoso rescate de un lobo marino

"La paciencia y el intercambio amistoso contribuyeron al rescate", relató Carlos Leo.

A pesar de los anuncios de Puerto Quequén de comenzar a aplicar políticas amigables con el medio ambiente y en particular de la colonia de lobos marinos, continúan apareciendo ejemplares heridos, víctimas de la contaminación y la basura que se acumula en la zona del antepuerto.

Según han denunciado ambientalistas y vecinos que actúan a título personal, desde el derrame de fuel oil ocurrido en septiembre pasado, se han detectado 52 animales muertos. A pesar de los continuos pedidos para realizar las correspondientes necropsias y establecer la causa de muerte de ejemplares jóvenes, aún no hay respuesta.

Carlos Leo, experto estudioso del comportamiento de la lobería, ha intervenido en la recuperación de más de 30 lobos marinos y en los últimos días realizó un nuevo y exitoso rescate.

“Como es costumbre el día lunes recorriendo la Colonia de Lobos Marinos, nos encontramos con un ejemplar que portaba terrible zuncho, peligrando seriamente su vida”, relató.

El zuncho que se incrustaba en su piel provocaba en el animal dolor y lo ahorcaba lentamente. “El Pinnipedo de gran porte es seguido y monitoreado desde hace aproximadamente un mes”, explicó Leo.

“Si bien el rescate no fue nada fácil, habida cuenta de la cantidad de personas que se agolparon en el lugar, el Lobito estaba en la calle, la paciencia y el intercambio amistoso que venimos haciendo con el animalito, contribuyeron a que el rescate se desarrolle con el éxito esperado y acostumbrado”, celebró.

En la zona de la playa donde se ubica la lobería, los vecinos arrojan cuatro toneladas de basura al año que es recolectada a mano por Carlos Leo y un grupo de vecinos autoconvocados, sin uso de maquinarias ya que se corre el riesgo de lastimar a los animales, tal como sucedió con personal de Puerto Quequén.

A los vecinos, turistas y pescadores se les pide “por favor no arrojar basura, en la vía publica, y menos en zona de Escollera. Todo lo que va a parar al rio y al mar, se adosa incidentalmente en el cuerpo de los animales”.

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