Todos los días aparece un herido, un baleado, otro muerto producto del enfrentamiento entre los tranzas de Necochea, en la calle se escuchan los nombres de los popes de la droga, pero también se siente la inacción de la Policía así como el silencio de la Justicia y el poder político.

Pero en la tarde de este martes, la Policía Federal llevó adelante un allanamiento solicitado por el fiscal Roberto Mirada, titular de la UFI 30.

El operativo que contó con toda la parafernalia policial, se realizó en la vivienda de un miembro de la ONG Cannabicultores Necochea, Matías Goicoechea, y se secuestraron nueve plantas jóvenes de cannabis sin floración.

“Nosotros cultivamos para no comprar a los narcos, con nuestras plantas fabricamos aceite de cannabis para ayudar a enfermos oncológicos, gente con mal de Parkinson, ezquizofrenia, a niños con epilepsia”, relató otro integrante de la organización no gubernamental.

Desde la misma, denunciaron persecución policial preguntándose: “¿Cuando vieron un operativo así por cocaína? Nos están persiguiendo”.

En ese sentido, el presidente de Cannabicultores Necochea señaló que “se sigue criminalizando a los usuarios de cannabis y se destinan recursos del Estado para perseguir a los cultivadores que no pertenecen a las bandas narcocriminales. No somos narcos".

Goicoechea quedó detenido por tenencia simple, a disposición del juez Guillermo Lludgar del juzgado de Garantías N°1.

Detenidos por portación de rostro

En los partes policiales frecuentemente aparece información acerca de detenciones a chicos del 200, del Fonavi u otros barrios de la ciudad con un baguyo de marihuana en el bolsillo, o allanamientos en los que se secuestran dos o tres plantas.

Los jóvenes son detenidos y requisados en la vía pública sin orden judicial, ni razón aparente, solo por criterio del personal policial, solo por portación de rostro.

Ley N° 23.737

Goicoechea fue detenido por infracción a la 23737, una ley sancionada hace casi 30 años y que como tantas otras, debe revisarse y actualizarse de acuerdo a los tiempos que corren. Sin embargo, continúa en vigencia y por una maceta o dos o tres, los cultivadores terminan con una causa judicial por tenencia simple.

En su Artículo 5° establece que “será reprimido con reclusión o prisión de cuatro a 15 años y multa de 6.000 a 500.000 australes el que sin autorización o con destino ilegítimo siembre o cultive plantas o guarde semillas utilizables para producir estupefacientes, o materias primas, o elementos destinados a su producción o fabricación; o produzca, fabrique, extraiga o prepare estupefacientes”.