La idea, que rescata el espíritu macrista de los premios y castigos a la eficiencia, es muy similar a lo que se utiliza en el ámbito empresarial y que se impulsa desde el Gobierno nacional en relación a las obras para los municipios.

Sostienen que de esta manera se va a mejorar la administración y reconocer así a quienes tengan los mejores indicadores en situación fiscal, porcentaje de obras destinado en el presupuesto, nivel de ejecución y cantidad de empleados. O sea que aquellos municipios que muestran mejores recaudaciones se impondrán por sobre los que no pueden cobrar tasas elevadas ya que la población es más precaria.

El secretario de gobierno de la comuna, Diego López Rodríguez, confirmó a través de diversos medios las presiones de la gobernadora afirmando que el Gobierno municipal “tiene indicación de cumplir con el tope salarial del 18 por ciento propuesto desde la provincia” y advirtió que “si no cumplimos, el Estado provincial se va a apartar de algún tipo de asistencia al Municipio”.

La extorsión de la Provincia se hace sentir fuerte en el distrito ya que la mayoría de las obras que se están llevando adelante y las que están planificadas reciben aportes directos del Gobierno bonaerense o bien requieren de los recursos provenientes de la coparticipación para su impulso.

El secretario de Gobierno dejó en claro que la Provincia los tiene “agarrados de las bolas”. “Si bien el municipio es un ente autónomo, tampoco queremos tener una discusión con Provincia en un momento como el actual, en el que tenemos un montón de obras de envergadura llevándose a cabo”.