Medina señaló que “entre las bondades del proyecto, al menos desde lo conceptual, es el acortamiento de la cadena de comercialización. Muchas veces vemos y nos quejamos de cómo sí se paga determinado precio en la cadena de producción, cuando llega al mostrador, llega cinco, seis y hasta diez veces más caro que lo que se paga al productor. Esto lo que hace es acortar diferentes eslabones para que el productor pueda llegar de manera directa”.

El edil hizo referencia al trabajo que vienen impulsando desde el Concejo Deliberante: “Estamos analizando el tema de la regulación y el control de lo que se vaya a hacer dentro del establecimiento para que esto no derive en una Saladita o en algo que no es el espíritu del proyecto”.

Para evitar situaciones irregulares se prevé en principio la presencia de oficinas de Arba, AFIP, la presencia del municipio y hasta estaba estipulado una oficina de Gendarmería para control de la procedencia de la mercadería.

En esta instancia del trabajo en comisión se están evaluando cuestiones que no son de fondo, como datos de las empresas relacionadas con el proyecto y sus representantes que de alguna manera subsanan algunos elementos que estaban faltando y que motivaron que el proyecto se retire del orden del día. Los mayores reparos están puestos en la comercialización, en el control de la misma y en la regulación del mercado.