Dicen que, por una cuestión de lealtad, pero lo cierto que esos puestos los tendrán de por vida, dejando obviamente sus trabajos muy bien pagos por puestos mucho mejor remunerados.

Las viejas políticas hicieron que en el ideario de los vecinos de naturaliza la idea de que para conseguir trabajo tenes que ser “amigo de” o “conocido de”. Esto es lo que está pasando en el CGPQ con total desenfado.

Situaciones como estas dejan en claro que este modelo no es el deseado. Hablar de cambio, pero de verdad, es reconocer el mérito. La excelencia, la capacitación, la trayectoria. Lo planteado por el CGPQ en cambio, es premiar la obsecuencia, el acomodo y la burla.

Ellos, estos nuevos empleados y quienes los designaron, seguramente nada les importa de aquellos que desfilan día a día distribuyendo curriculum, cargados de títulos, experiencias y sueños, sin tener mínimamente la oportunidad de acceder a algún cargo de esos y mucho menos de dejar el trabajo actual.

Mientras “Cambiemos” signifique “Sigamos”, el Gen de Necochea continuará en la otra vereda porque el silencio no nos hará cómplices.