Sin distinción, hombres y mujeres sufrieron una práctica discriminatoria y humillante minutos antes de la sesión en la que se trataría su incorporación a la planta de empleados municipales.

Hasta el momento, se desconoce quién dio la orden del injustificable atropello sufrido por los trabajadores, ya que todos se lavan las manos.

El presidente del Concejo Deliberante, Pablo Aued, salió inmediatamente al cruce de la información reproducida a través de las redes sociales aclarando que lo único que se pretendió fue bregar por la seguridad de los concejales y de los mismos tarjeteros. Se nota que ningún asesor le dijo al verborrágico edil: "no aclares que oscurece".

El Concejo Deliberante de Necochea fue el escenario de una práctica ultrajante que retrotrae a las épocas oscuras de la dictadura. Durante la noche de este jueves, se escribió la pagina más triste y vergonzante en la historia de la democracia de nuestra ciudad.