Inmediatamente, se disparó el rumor de que el joven padecía una fuerte depresión y tomó la drástica determinación de colgarse en la comisaría.

La Fiscalía elevó a juicio oral la causa en la que están imputados cuatro agentes: el oficial de servicio, el de guardia y otros dos uniformados que cubrían la prevención en la calle y estaban en el patrullero que trasladó a Suárez a la Comisaría, aunque todavía no hay fecha por parte del Tribunal de Garantías Nº1.

Los oficiales están acusados de golpear al joven en la dependencia cuando ocurrió la aprehensión en la calle, ya que el adolescente estaba acusado de participar junto a otros dos individuos de la rotura de cristales de un local político del Partido Fe.

Familiares del infortunado joven pidieron la presencia de los medios en la sala velatoria para dejar un registro gráfico público de las heridas y golpes que presentaba el cuerpo al momento de ser velado. Entre las heridas más graves se ven a simple vista hematomas sangrados y deslizamiento de la capa superior del cráneo.

Durante la investigación de lo sucedido el 6 de diciembre del 2014, la Fiscalía recolectó testimonios de quienes estaban detenidos en los calabozos y escucharon que Noa Suárez les pedía a los agentes que no lo golpeen. El caso se caratuló como "homicidio culposo y severidades”.