Los denunciados ante la Justicia Federal en este caso son Fernando Chaparro, verificador de la Anses; Rodríguez Santa Ana, abogado del organismo y la falsa concubina, Cecilia Dall Ospedale.

Lo que en un primer momento evidenció una serie de complicidades que llevaban a una posible comisión de delitos con incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, defraudación y falsedad ideológica, término destapando una olla que pone en vilo al poder político de Necochea.

Este caso fue la punta que dejo al descubierto una mafia que opera desde las mismas oficinas del Anses. Armaron en la dependencia una gestoría donde se truchaban "viudos" de personas fallecidas con la intención de obtener beneficios previsionales (pensiones, asignaciones familiares, etc).

La modalidad, se habría replicado en innumerable cantidad de expedientes, sobretodo en casos de personas de la tercera edad, discapacitadas y con limitaciones intelectuales.

La Rosadita es un poroto

Las ganancias generadas y los aportes de "socios externos" hicieron que el negocio prospere. Al mejor estilo de La Rosadita, empresarios, políticos locales y empleados del Anses no se quedaron atrás y conformaron lo que se denominó el "Banco de la Cueva", usureros que prestan dinero sin que figure en ningún lado.

Por razones que hacen a la investigación no se difunden los nombres de los socios en las sombras, pero trascendió que al menos dos concejales en ejercicio están involucrados y hay uno que si bien tiene mandato se encuentra cumpliendo otras funciones.

Se habla de varios millones de pesos de muy dudosa procedencia que se manejan de manera ilegal, al punto que un colega fue muy gráfico al describirlo "la guita ya no entraba en los cajones de los escritorios".